Delegaciones de los planteles educativos de Ibarra y de las parroquias, personal del Ejército, Policía, Bomberos, Agentes Civiles de Tránsito rindieron homenaje a la Villa de San Miguel de Ibarra en sus 410 años de fundación en medio de una pertinaz lluvia que obligó a las autoridades a usar paraguas para evitar dañar su vestimenta.
.Sin embargo, la lluvia que cayó en Ibarra no fue obstáculo para que este miércoles 28 de septiembre se rinda un merecido homenaje a Ibarra la “Ciudad Blanca”. Los eventos programados iniciaron a las 08H00 en el Obelisco de la ciudad con la colocación de ofrendas florales por parte de Instituciones Públicas y Organizaciones de la sociedad civil.
El Teniente Coronel de Estado Mayor, William Soria, fue el encargado de resumir con datos históricos los acontecimientos que marcaron la pauta para la fundación de la ciudad.
“La Villa de San Miguel de Ibarra fue fundada el 28 de septiembre de 1606, por el capitán Cristóbal de Troya, bajo la orden del entonces presidente de la Real Audiencia de Quito, Miguel de Ibarra y bajo mandato del Rey Felipe de España. De esa fecha al presente, han transcurrido 410 años de una hermosa vivencia de sus pobladores. Soy un eterno admirador de Ibarra, creo en ti mi ciudad porque aquí he conocido el verdadero amor”, expresó Soria.
Álvaro Castillo, Alcalde del cantón, se refirió a que Ibarra se convirtió desde sus inicios en una ciudad de paso que le permitió a la Real Audiencia y posteriormente a la nación ecuatoriana, conectarse con varios sectores estratégicos en los 4 puntos cardinales. Esta ciudad se ha levantado de las ruinas gracias a hombres y mujeres valientes que han luchado por convertir a esta ciudad en la capital del norte del Ecuador.
Posteriormente se desarrolló el desfile Institucional y Cultural. Aquí participaron delegaciones estudiantiles, funcionarios públicos, personal militar, empresas públicas y privadas, además de organizaciones de la sociedad civil.
A lo largo de la calle Bolívar la ciudadanía buscó el mejor lugar para presenciar el paso de las delegaciones. Martha Rosero, estuvo junto a su pequeño David de 8 años de edad durante todo el evento, tuvo que comprar un paraguas para soportar la lluvia.
“Esto no es impedimiento, todos debemos decir VIVA IBARRA”, acotó.
Marcelo Castro (62 años de edad) salió con ex compañeros de la empresa eléctrica. “Aunque el desfile ha cambiado debemos seguir manteniendo nuestras costumbres, todos podemos constribuir para que Ibarra siga siendo una ciudad preferida por los turistas”, enfatizó.
Mientras que Scarlet López, alumna de la Unidad Educativa 28 de Septiembre, felicitó la labor de las autoridades por seguir tomando en cuenta a las instituciones educativas. Hoy tenemos más espacio para la juventud, expresó.