De 90 buses que fueron chequeados 14 no pasaron la revisión aleatoria que hizo la Empresa Pública de Movilidad del Norte.
Los altos niveles de emisión de gases contaminantes fue el principal problema, aunque también se chequearon parabrisas trizados, vidrios polarizados y luces extras, direccionales, llanta de emergencia, triángulo de seguridad y demás componentes que permiten un viaje seguro para la ciudadanía.
Los fiscalizadores acudieron a las paradas de las cooperativas 28 de septiembre y San Miguel de Ibarra. El nivel de varios contaminantes del esmog que producen los buses sobrepasó el rango permitido: 50%. Según el Análisis de la Calidad del Aire, el mayor nivel de contaminación en la atmósfera de la ciudad es atribuido al tránsito vehicular.
Los controles se concentran en unidades de transporte de pasajeros que utilizan el diésel como combustible. Robinson Viteri, jefe de Fiscalización de MOVIDELNORT, indicó que los dueños de los automotores deben arreglar las fallas en el motor y presentarse, hasta dentro de ocho días, Al centro de revisión vehicular, mientras eso no podrán prestar su servicio.
En el trabajo se utilizó un opacímetro, que cuenta con un certificado de calibración, de donde salen tres sondas que miden la opacidad, la temperatura y las revoluciones. El objetivo es cuidar la calidad del aire que respiran los ibarreños.
Aseguró que existe la apertura de los conductores para dar garantías a los usuarios de su servicio. La revisión aleatoria será permanente. Viteri confirmó que hay un calendario para ir a las paradas en donde inician los recorridos los buses. Recordó que la revisión se la realiza una ocasión al año pero la fiscalización puede ser a diario.