Durante las últimas décadas el mundo ha visto una gran transformación tecnológica, económica, industrial y social en los países con mayor poder económico. China encabeza la vanguardia de nuevos productos y servicios a disponibilidad del cliente que han sido las novedades del último siglo, el control de calidad y sus estrictos procesos son características esenciales en el crecimiento económico de este país.
China es el país con el más alto porcentaje de mano de obra debido a su gran nivel de población. El aporte de este país a la economía mundial es cada vez más relevante, contribuyendo por sí sola en casi un tercio del crecimiento global.
La industria tecnológica producida por China supone una ganancia de 3,4 billones de dólares al representar el 30% del PIB de este país asiático.[ii] En el año 2016 el 31,5% de avance de la producción global de China superó a la contribución económica conjunta de EEUU, Japón y la Eurozona en el desarrollo económico del mundo.[iii]
Estas cifras reflejan un crecimiento industrial y económico de China, sin embargo, su desarrollo no solo se enfoca en la producción. China es un país que evoluciona constantemente, educando a sus ciudadanos sobre el control de calidad de un proceso, de un servicio y por último del producto final.
El país asiático vio su necesidad de mejorar su calidad de producción para generar mayores ingresos a su población; es ahí cuando aplican el método de control de calidad en el que se refleja la exactitud del proceso de producción, convirtiendo su país en el mayor productor de repuestos. Buscando cada vez más el bienestar de sus trabajadores.
Marcas de renombre mundial como Apple, Louis Vuitton, Nokia, Mercedez Benz, Microsoft, entre otras confían su producción masiva en este país, que continúa ofertando excelentes oportunidades a las multinacionales que desean invertir en este país y generar empleo justo para su gente.
China ha logrado igualar a Estados Unidos en registro de patentes, enfocándose en el área de ciencias de computación e inteligencia artificial[iv]; también ha incrementado su desarrollo en producción industrial, reflejándose en estas últimas décadas como el país con las marcas chinas más grandes del mundo como telefónicas, automotrices y tecnológicas que se han adueñado del mercado internacional.
Al ser la segunda potencia mundial con 11 billones de dólares (14.8% de la economía mundial) después de Estados Unidos con 18 billones de dólares (24,3% economía mundial)[v]; el mundo entero, se ha llenado de “Made in China” lo que demuestra que su largo proceso de crecimiento lo ha llevado a llenar todos los países con sus productos que reflejan calidad y utilidad.[vi]
Si China continúa incrementando su potencial de producción; se visualiza que en un futuro cercano serán la potencia mundial con ingresos económicos más altos, debido a que su PIB superará el de Estados Unidos, Japón y Alemania.[vii]
China tiene mucho por mostrar al mundo y mantiene a todos en la expectativa de ver hacia donde se dirige el gigante asiático.