“Dios permita que pase todo esto y volvernos a encontrar, he sido una persona de mucha actividad y esta pandemia nos ha hecho reflexionar sobre la vida, la familia, tengo parientes ausentes y eso me mata, ojalá se acabe esta tormenta”, nos expresó al borde de las lágrimas, Consuelo Terán, administradora de la Heladería Rosalía Suárez, un local típico de la urbe.
El servicio que entregamos puerta a puerta está muy bien, la calidad del helado se conserva, pero pienso que con la remodelación del local de la calle Oviedo se ha perdido clientela, aunque nos buscan por la calidad adquirida por más de 100 años, reveló.

“Me ha dolido mucho tener cerrado un local de tanta tradición, Dios proveerá a ver que nos toca hacer en esta pandemia, pero tenemos que salir, este momento no, porque no hay turismo, estoy en el local, pero nadie entra; sábado, domingo y feriado nos permitía salir adelante cubriendo las necesidades económicas, no lucrando”, reveló Consuelo Terán.

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