No es nuevo en la historia parlamentaria del Ecuador, el cobro de ciertas cantidades de dinero por parte de los legisladores a sus empleados, asesores o asistentes, quienes entregan estos dineros para mantener su cargo.
Esos dineros del sueldo de los empleados legislativos es para los gastos del Diputado(a) para que cumpla con los compromisos que tiene con sus electores que le hace pedidos como trofeos y otros apoyos, es decir el legislador queda bien con dineros de sus colaboradores; otros piden para sus organizaciones políticas.
Un ex asesor parlamentario de Imbabura, reveló que abandonó su puesto, cuando su Jefe quiso “retener” el 50% de su sueldo, lo cual lo consideró en esa época, como un acto de corrupción que no podía aceptar.
Categorías: Sin categoría