La Sociedad de Artesanos, en San Antonio de Ibarra, provincia de Imbabura, se convirtió en el sitio en donde se debatieron ideas y se presentaron propuestas respecto al proyecto de Ley de Desarrollo Artesanal, que se encuentra en etapa de socialización.
La asambleísta Marisol Peñafiel aseguró que en la actualidad existen dos normativas que se contraponen y no garantizan los derechos de los artesanos, por lo que cree que es fundamental que se dinamice a este segmento que sostiene la economía del país con la comercialización, ponerle valor agregado y entender que los circuitos turísticos y de prestación de bienes y servicios no solo están en Otavalo, en el caso de la provincia de Imbabura, pues esto permitirá un registro único de bienes y servicios de artesanos que ofrezcan diversidad.
Dentro de la socialización en San Antonio de Ibarra se aclaró que existirán mejoras en la tramitación, por ejemplo se agilizarán los mecanismos para sacar patentes. “Hay un tema de debate, que es el de los aprendices, que se garantiza a través de la afiliación, pero se pueden buscar mecanismos como pasantías, para que no muera la diversidad”, explicó Marisol Peñafiel.
Se pagará una deuda histórica
Las preguntas se centraron en la facilidad para acceder a créditos, para que no tengan que dar garantías para obtener financiamiento. Existe una serie de elementos que garantizan que se pagará una deuda histórica con el sector artesanal. “Es fundamental recorrer las provincias, para explicar lo que trata la normativa. Hay que escuchar la voz del artesano, porque son ustedes quienes construirán esta normativa”, dijo Soledad Buendía.
Con la ley se apunta a facilitar la obtención de créditos adecuados, tasas preferenciales y sin garantías para montos de hasta 20 mil dólares, incentivos, el registro único que permita cero trámites.