La Prefectura de Imbabura tiene como objetivo rehabilitar de manera integral y por etapas funcionales e independientes entre sí, la infraestructura física y repotenciar el sistema de calentamiento de la piscina y áreas húmedas del Complejo Deportivo de la Piscina Olímpica de Ibarra. Es prioridad ejecutar la primera etapa del proyecto y entregar para uso de la ciudadanía, hasta finales de septiembre o primeros días de octubre del presente año.
Para el efecto, la institución, bajo las directrices de la Prefecta subrogante, Cristina Males, conformó una comisión multidisciplinaria, que será la encargada de coordinar acciones conjuntas, encaminadas a cumplir con el objetivo fundamental, y dar seguimiento a su cumplimiento, de acuerdo a la planificación trazada.
Dentro de todo este proceso, el organismo provincial maneja un proyecto integral de rehabilitación y repotenciación con definición de etapas y su respectivo presupuesto de ejecución. El trabajo de la comisión, con este antecedente, es identificar las fuentes de financiamiento con recursos propios y la fórmula para cubrir costos de operación y mantenimiento.
Además, se elaborará e implementará el modelo de gestión y plan de negocios, que asegure que el proyecto cuente con ingresos propios, que contribuyan para el funcionamiento de las piscinas, su sostenibilidad en el tiempo, brindando un servicio de calidad al cantón, la provincia y al país.
Las siguientes etapas contemplan el cambio del sistema de calentamiento y la construcción de cubierta de la piscina, y otras obras de infraestructura, las cuales se ejecutarán cuando concluyan los estudios respectivos y se obtenga su financiamiento.
El presupuesto aproximado en la primera etapa, de acuerdo a los estudios definidos es de 100.000 dólares aproximadamente. Las obras y trabajos a realizarse son: rehabilitación del sistema de calentamiento de la piscina; habilitación del área húmeda (sauna, turco, hidromasaje), que nunca fue puesta en funcionamiento desde su construcción; reparación de la infraestructura física, pintura interna y externa de las instalaciones; pintura de las playas de la piscina; señalética horizontal y vertical, entre otros rubros.
El escenario fue construido en 1978 por la Dictadura Militar y la propiedad fue entregada al GAD Provincial de Imbabura. Estuvo desde el 2007 bajo administración y responsabilidad de la Federación Deportiva de Imbabura (FDI), con base en el convenio de comodato, suscrito en la administración del prefecto Washington Barreno. En enero del 2020, la FDI cerró sus operaciones, argumentando que los costos de mantenimiento eran demasiado altos y que ya no estaban en condiciones de asumirlos. El prefecto Pablo Moreno Jurado, desde tiempo atrás, ha expresado su voluntad política para que esta piscina reabra sus puertas, para uso de deportistas y ciudadanía.