Por, Bayardo Tobar

Lla política económica del gobierno de daniel noboa sirve para reabrir y situar, en su justo término, el debate acerca de la ineficiencia del estado, que es el argumento central de los promotores de las privatizaciones. es innegable que el estado es ineficiente:

pero la causa principal de esa ineficiencia es que el propio estado –como dice antonio caballero– está privatizado, y funciona exclusivamente al servicio de intereses privados”.en otras palabras, el estado es ineficiente sí, pero en cuanto a su función de servir los intereses públicos, y no en cuanto a la función que no debería tener: servir a los intereses privados en contra de los públicos.

En servir a los intereses de privados, el estado ecuatoriano ha sido muy eficiente y, además, generoso. recordemos, si no, los atracos del siglo: la sucretización de la deuda externa en los gobiernos de Osvaldo Hurtado y de  León Febres Cordero; el feriado bancario y dolarización, la

congelación de fondos y el salvataje bancario en el gobierno de Jamil Mahuad-Gustavo Noboa. como también desvalijar los fondos del IESS, eliminar subsidios y cumplir con los postulados del fmi/banco mundial,

Son muy eficientes.

Eficiente al enviar proyectos económicos-urgentes, lleno de trampas, a ser aprobados por su asamblea; eficaz en condonar deudas tributarias a empresarios morosos (como la bananera noboa) y pagar la deuda externa; de tildar de terroristas a luchadores sociales, el estado es

mucho más eficiente. sin embargo, es inoperante en dotar de medicinas a hospitales, mejorar el sistema educativo e infraestrucura víal destruida. ¿que se puede decir de la opacidad en los contratos eléctricos? por tanto, si de lo que se trata es de que el estado se vuelva eficiente

para la población hay que luchar sin tregua para desprivatizar el estado. desprivatizar al estado significa que este deje de servir a los intereses privados no solo de la oligarquía comercial-financiera, la que más controla y se beneficia del estado, sino también de otros avivatos:

Los asambleistas (ex-diputados) sin principios éticos, los contratristas…, los negociantes de armas y de seguros, los que venden licencias de conducción y matrículas de vehículos, los dirigentes de los sindicatos que cogobiernan las empresas públicas y, desde luego, los empleados públicos que –como dice, caballero, otra vez- están en los cargos no para prestarle servicio al público, sino por haberles prestado servicios (en general electorales) a otros funcionarios públicos, desde el presidente de la república hasta el alcalde del más remoto pueblo del país.

“… si es menester aplastar a la oligarquía para que triunfe

la razón, la justicia y el derecho, no vacilaremos en

aplastarla…” José María Velasco Ibarra (discurso, 1969. sociedad

de estudio de Velasco Ibarra y Robinson Robles; historia viva. la memoria del

Ecuador). >ps://www.youtube.com/

nota: (*) especial para la espuela.

 

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