El asesinato de dos hermanos –un niño y una niña de 4 y 9 años, respectivamente– tiene un responsable: Luis Alonso C. Q., para quien Fiscalía obtuvo una sentencia condenatoria de veinticinco años, impuesta por un Tribunal de Garantías Penales.

Con prueba indiciaria, la Fiscal del caso demostró que el procesado participó en la muerte violenta de las víctimas, cuyos cuerpos fueron encontrados dentro de sacos de yute en una quebrada del barrio Chaquibamba, parroquia de Guayllabamba.

Tanto el niño como la niña tenían huellas de haber sido golpeados y, en la pequeña, se encontraron rastros de una agresión sexual.

El testimonio del perito que desarrolló el perfilamiento criminológico del procesado fue clave para alcanzar la sentencia. El experto concluyó que Luis Alonso C. Q. reúne las características de un “violador furioso”: no expresa remordimiento ni culpa por su conducta criminal, tiene escaso control de sus impulsos y es capaz de fingir.

La Fiscal complementó su prueba con la autopsia psicológica practicada a los niños. Según esta experticia, el procesado planificó el crimen intentando acercarse a sus víctimas ofreciéndoles regalos y frutas.

Fiscalía también presentó los testimonios de la madre y del tío político de los pequeños. Este último explicó al Tribunal que, horas antes del hallazgo de los hermanos, vio a Luis Alfonso C. Q. salir de la quebrada con la ropa embarrada de lodo.

La Fiscal agregó durante la audiencia que la escena del crimen se encontraba cerca de la residencia del ahora sentenciado. En ese inmueble –añadió– se hallaron binchas de cabello que pertenecían a la niña de 9 años.

Con base en los elementos probatorios, el Tribunal resolvió declarar culpable a Luis Alfonso C. Q., en calidad de autor directo, por los hechos registrados el 30 de agosto de 2010.

Información jurídica

Categorías: Sucesos