Por Raúl Chávez
Esta fabula es atribuida a Esopo un narrador griego, esta fabula significa que “los cambios externos no pueden ocultar la verdadera esencia de una persona”. A lo largo de los días, el pueblo otavaleño es testigo de las acciones u omisiones de las autoridades locales y provinciales. Las atribuciones y competencias determinadas en la Constitución y en la Ley, se la metieron en lo más profundo de sus intestinos, ni con sus trajes ni con sus apariencias como representantes del pueblo, cambiaron su propia naturaleza, ¡permanece inalterable…!
En la rueda de prensa, desde la “sala dictatorial” de la alcaldía ciudadana, la casa del pueblo lo dijo “in extremis”, acompañada de los pocos concejales que le asistieron durante su monólogo, afirmó que desde el mes de septiembre ya trabajó “muy fuerte” para evitar este conflicto, 24/7, insiste y repite, e insiste, en el pronunciamiento oficial, como pidiendo que le crean que si hizo el deber…!
La alcaldesa, indicó que se trasladará el lunes a la Gobernación, para “presentar la documentación y obtener de esta Cartera de Estado y de la Gobernación la respuesta a los planteamientos y la información de los 10 detenidos de Otavalo”, – no dio conocer cuáles serían los planteamientos, ¿por qué esperar hasta el lunes?, ah, ¡olvidé !, quizás por lo del feriado…
El espectáculo de su monólogo se instaló, no da rienda sueltas, afirma y reafirma que hizo bien su deber, a la pregunta de una comunicadora social, ¿Por qué tardó en pronunciarse?, la respuesta fue toreada al estilo del más grande torero, y volvió a arremeter con su misma retorica, los gritos del pueblo otavaleño al parecer no son parte de sus atribuciones y competencias – le aseguro que la seguridad y convivencia ciudadana son parte – la alcaldesa dirigiéndose a los comunicadores sociales como- “queridos periodistas”, les enseña el arte de la retórica y la puesta en escena de su espectáculo de su monólogo.
Los griegos fueron sabios, nos dieron las bases de la filosofía política, la retórica de la persuasión, las bases de la democracia. “Lo que los griegos expresaban a través de las fábulas era que las apariencias externas, como la ropa o la posición social, no cambian la esencia o el carácter de un ser. La fábula de Esopo sobre la mona (o la zorra) ilustraba que, por mucho que se la adorne, seguirá actuando de acuerdo a su naturaleza”. Según el escritor sirio Luciano de Samosata, “la idea de que la verdadera naturaleza de una persona no puede ser ocultada por las apariencias ha sido un tema recurrente a lo largo de la historia…”.

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