La Prefectura, al frente, Pablo Jurado, firmó el contrato con el Banco de Desarrollo del Ecuador, BDE, para acceder a un crédito de 3.595.160 dólares, con lo cual se apresta a construir la Infraestructura Física del Parque Acuático Yuyucocha de Ibarra, una acción que potenciará la actividad turística, ayudará a crear fuentes de trabajo y dinamizará en forma efectiva el desarrollo económico a nivel de todo el territorio.
El hasta ahora complejo recreativo, se encuentra ubicado al suroeste de Ibarra, en un sitio de expansión urbana habitacional, contando con vías modernas. Comprende un área de 45.000 metros cuadrados, en donde existen vertientes de agua, un lago artificial y piscinas. Hasta hace pocos años prestaba servicios para actividades recreativas, zonas de camping y restaurante, sin embargo, el paso de los años y la falta de actividad motivó su paulatino deterioro.
La realización de los estudios completos a nivel de diseño definitivo del proyecto, por parte de la Prefectura, fue el punto de partida para que la gestión de su titular Pablo Jurado, obtenga la aceptación del BDE y se canalice el préstamo, favorable económicamente en todos los sentidos. Se establece un plazo de pago de 10 años, incluido un periodo de gracia de capital de 1 año. Se cancelará con los recursos que genere el propio proyecto, producto de la oferta de servicios a la ciudadanía, por consiguiente, no afectará el presupuesto institucional, ni el cupo de endeudamiento.
El Parque Acuático Yuyucocha será realidad en un plazo estimado de 10 meses. Contempla fundamentalmente la construcción de una infraestructura acorde a la modernidad, con piscinas temperadas de diferente tamaño, incluida una piscina semi olímpica, zona húmeda (turco y sauna), laguna artificial, restaurante, áreas verdes y de camping. Existirán parqueaderos, espacios para talleres y teatro al aire libre, bar, juegos infantiles, canchas deportivas, baterías sanitarias y vestidores.
El acto lo cerró el Prefecto Jurado, quien subrayó que lo emprendido es una respuesta a las aspiraciones de la gente que anhela vivir mejor. Recalcó que se trata de rescatar un bien público que tiene un alto contenido sentimental para la mayoría de los ibarreños, quienes, especialmente, en los años de niñez y juventud gozaban realizando paseos a este lugar y aprendiendo a nadar en sus piscinas.