“Al conocer en la Asamblea de este fin de semana, que una de las candidaturas a la presidencia de la Mancomunidad de Tránsito negocia puestos y direcciones a cambio de votos, es mi obligación moral no prestarme a este juego deshonesto”, argumentó Juan Manuel Mantilla en su carta de renuncia a la gerencia de la Empresa Pública de Movilidad.
En mi conciencia está la paz de haber sido leal con lo que a muchos nos une, ciudades que nos cuiden, nos convoquen y en la que todos podamos ver crecer a quienes queremos, añadió.
La movilidad sostenible y la protección de la vida son un ejemplo de estas tareas. Nuestras ciudades y el medio ambiente requieren de decisiones que conllevan enormes costos políticos y nos plantea el dilema entre lo políticamente conveniente, o hacer lo que honestamente se debe sin importar el costo, remarcó Mantilla.
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