El Congreso Nacional hace unos 30 o 20 años era diferente de lo que hoy se denomina Asamblea Nacional, tanto en su infraestructura, su conformación, como en la actitud de los legisladores.

Hace tres décadas la presencia de la mujer era mínima, las curules de los parlamentarios no disponían de computadores y en el salón del Pleno se podía fumar cigarrillos, tan es así que en los escritorios de los legisladores había ceniceros, eran de vidrio, grandes, uno de ellos fue utilizado para herir al entonces diputado Alberto Dahik.

En ese tiempo, los periodistas podían ingresar al sitio de las sesiones del Pleno e incluso hacían entrevistas en las curules, hoy los comunicadores tienen un sitio para sus actividades. Se conoce que hace tres décadas hasta se permitía consumir licor en los pasillos legislativos.

El doctor Enrique Ayala, diputado de Imbabura de los años 80, en una entrevista con Rubén Darío Buitrón de radio Los Lagos, al recordar la anécdota en la que el diputado Jaime Nebot le llamó “hijo de oligarca de Imbabura ven para orinarte”.

“Eran las 10 de la noche, Nebot ya no quiso votar, había estado tomándose unos tragos en los pasillos, el momento que Víctor Granda dijo dónde está este cobarde que no se presenta y Nebot bien pegado los tragos entró con el peor vocabulario a agredirle a Granda, arrasó con todos, a mí me dijo que era hijo de un oligarca ibarreño, pero luego él vino a Ibarra a disculparse con mi papá, eso es un incidente sin mayor trascendencia”, relató Ayala Mora

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