Cada 28 de enero se conmemora el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, también conocido como el Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Global Terrestre, con el fin de concienciar a la población sobre las repercusiones del cambio climático y presentar acciones concretas que se deben abordar para la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero.
Se estima que 2/3 partes de las emisiones de CO2 proceden del uso de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) utilizados en el transporte, generación de energía térmica, industria, etc.; mientras un 1/3 proviene de las actividades en la silvicultura, como la ganadería, agricultura, deforestación, entre las más relevantes. Del total emitido, solo un 45% permanece en la atmósfera, 30% es absorbido por los océanos y, el restante 25%, pasa a la biósfera terrestre.
Acciones de sostenibilidad
El cambio climático es la principal amenaza a la que se enfrenta la humanidad y sus efectos están siendo visibles en todo el mundo. El cambio del uso del suelo y la quema de combustibles fósiles para la producción de energía son las dos causas principales para este fenómeno, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero que generan.
En el proceso de producción de cemento existen varias ventajas operativas, en cuanto a la disposición y eliminación de desechos peligrosos y no peligrosos; esta práctica se conoce como coprocesamiento. Desde 2010, Unacem Ecuador ha sustituido sus combustibles fósiles por residuos de otras industrias como las biomasas. En 2015 el Ministerio del Ambiente confirió a la empresa la licencia ambiental para el coprocesamiento de aceites usados convirtiéndose en la primera cementera autorizada, que puede darles disposición final ambientalmente sustentable a nivel nacional. Utiliza también residuos industriales como materias primas alternativas, este es el caso del yeso sintético y escorias provenientes de la industria siderúrgica del país.
La compañía emplea combustibles alternos amigables con el ambiente para la generación de energía térmica en sus hornos de clínker. Uno de ellos es la biomasa que proviene de la cascarilla de la palma africana,residuo que genera la industria productora del aceite vegetal. El 15,8% del consumo de combustibles proviene de biomasa que contribuye a mitigar las emisiones de CO2, y el 14,7% proviene del coprocesamiento de residuos de hidrocarburos proporcionando una disposición final limpia y evitando que puedan ser vertidos al suelo y al agua.

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